• A un año del lanzamiento de Conserva Puchegüín, vecinos de diversas localidades de la comuna han participado en el proceso que definirá el uso futuro del Fundo Puchegüín, una propiedad privada con un alto valor ambiental y cultural ubicada en la comuna de Cochamó. 
  • Durante el mes de agosto empezará la segunda etapa de Mesas de Trabajo Participativas, que busca involucrar de manera temprana a las comunidades para la creación de la estrategia de un modelo integral que conjugue la conservación de la naturaleza y el desarrollo local. 

Con talleres, entrevistas y consultas abiertas se está llevando adelante un trabajo participativo en distintas localidades para elaborar el Plan de Conservación del Fundo Puchegüín, un predio de 133 mil hectáreas en venta desde 2022,  que Puelo Patagonia junto a otras cuatro organizaciones, buscan adquirir para conservar.

Antes de firmar el acuerdo de compra para iniciar la búsqueda de fondos, se inició un proceso de consulta ciudadana temprana, que hasta la fecha ha completado 150 entrevistas, 8 reuniones con juntas de vecinos y 8 talleres participativos. 

“Debido a su gran tamaño y a su función ecológica como área de conservación, el Fundo Puchegüín tiene efectos directos sobre la vida de las personas que habitan la comuna de Cochamó. Por eso, diseñar su estrategia de conservación en conjunto con la visión y participación de la comunidad, es fundamental”, explica Andrés Diez, director ejecutivo de Puelo Patagonia.

Tras las entrevistas individuales y las reuniones con organizaciones, se dio paso a los talleres participativos de conservación. “Quisimos comenzar el proceso con una serie de entrevistas uno a uno, en un momento en que el proyecto aún se estaba configurando. Fue una etapa exigente, en la que se llegó a cientos de personas. Nuestro objetivo era establecer un contacto real y directo con los habitantes, para escuchar y comprender antes de proponer”, explica Andrés Amengual, director de Puelo Patagonia.

“Ha sido muy importante relacionarse con la comunidad a través de sus organizaciones territoriales, no solo como una forma de validarlas, sino también de fortalecerlas como canal legítimo para representar los intereses de un número amplio de personas”, señala Tatiana Sandoval, Encargada de Vinculación Comunitaria de Puelo Patagonia, quien además agregó que estos encuentros con organizaciones han sido claves para comprender la relación de las personas con el Fundo Puchegüín y sentar las bases del proceso representativo.

 

Conservación con las personas en el centro

A través del uso de la metodología de Estándares para la Conservación, que permite diseñar estrategias integrales y participativas y que es ocupado a nivel internacional, se está construyendo la hoja de ruta que tendrá esta futura área. Cruzando la información técnico científica y el conocimiento local se espera identificar, por ejemplo, las amenazas y sus medidas de mitigación, definir los usos tradicionales y actuales del territorio y validar los elementos que están dentro del lugar y que son necesarios de proteger, como lo son las actividades de subsistencia, el huemul, los ríos, los alerces, el cóndor, entre otros.

Parte importante del proceso participativo de Conserva Puchegüín es la identificación —junto con los propios habitantes— de áreas que podrían destinarse a usos compatibles con la conservación, como el turismo de naturaleza o la ganadería familiar. Estas zonas, denominadas Áreas de Conservación de Múltiples Usos (ACMU), buscan ser gestionadas con criterios definidos en conjunto con quienes habitan el territorio. 

La propuesta de Conserva Puchegüín contempla una gestión mixta que permitirá equilibrar la protección ambiental con el desarrollo local sostenible. “En base a los estudios técnicos que hemos hecho y a los resultados preliminares del proceso participativo, ya se han identificado alrededor de 20 mil hectáreas que podrían destinarse a actividades compatibles, como el turismo de naturaleza, la ganadería familiar y el resguardo de fuentes de agua”, señala Diez.

A través del proceso escalonado de entrevistas, reuniones y talleres participativos, desde la alianza señalan que se ha buscado rescatar el conocimiento local, para construir el modelo de conservación a largo plazo.

“Esta propuesta busca integrar tanto los saberes locales como las esperanzas de los habitantes en la conservación efectiva de su territorio, para lograr un impacto positivo y a largo plazo en la naturaleza y en las personas”, agrega Juan José Donoso, director de The Nature Conservancy en Chile, organización que es parte de Conserva Puchegüín y que ha sido parte importante del proceso participativo de la iniciativa.

En esa línea, Andrés Diez señala que no se trata solo de proteger un ecosistema: “Se trata de construir una relación duradera entre el territorio y quienes lo habitan, en un marco de corresponsabilidad, continuidad cultural y la protección de los bienes comunes”.

Próximos pasos: sumar más voces locales

Luego de la primera ronda de Mesas de Trabajo Participativas realizadas entre abril y mayo, las organizaciones de Conserva Puchegüín están convocando a una segunda jornada a inicios de agosto en varias localidades de la comuna. 

Las próximas fechas para cada localidad serán: 

  • Miércoles 6 de agosto en Sede Social JJVV Cochamó N°6 a las 18:00 hrs
  • Jueves 7 de agosto en Quincho Reflejos del Mar (a un costado de la plaza de Rio Puelo) a las 18:00 hrs
  • Sábado 9 de agosto en Sede Social JJVV N°4 Llanada Grande a las 10:30 hrs

Para más información sobre esta iniciativa o para participar en los próximos talleres, visita www.conservapucheguin.org

Sobre Conserva Puchegüín:

Conserva Puchegüín es una alianza de organizaciones, liderada por Puelo Patagonia, que busca movilizar donantes nacionales e internacionales, para adquirir y ejecutar un Plan de Conservación, para resguardar los valores ambientales y culturales de Puchegüín, un fundo privado de casi 133 mil hectáreas en la comuna de Cochamó, región de Los Lagos.

Su conservación permitirá consolidar un corredor biológico de 1,6 millones de hectáreas de áreas protegidas, donde habitan especies en peligro de conservación como el huemul y la vizcacha de la patagonia, además de proteger los usos históricos de las comunidades y potenciar el desarrollo local.