Realización de talleres para asegurar la participación activa, equitativa, informada y significativa de los miembros de la comunidad, esto incluye:

  • Análisis conjunto de amenazas y oportunidades del territorio para asegurar que las acciones de conservación respondan a los desafíos identificados por la comunidad.
  • Integración del conocimiento local para la zonificación del área.
  • Diseño conjunto de mecanismos para la gestión de las zonas de uso, considerando actividades tradicionales y medios de vida dentro del área.
  • Recopilación de información para validar los objetos de conservación desde la perspectiva de quienes habitan el lugar.
  • Aplicación de encuestas para recoger conocimientos, preocupaciones y expectativas sobre el proyecto.
  • Salidas a terreno con actores locales para validar y adaptar la información en función de la realidad del territorio.